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Todos estamos de acuerdo en que estos son tiempos muy inusuales. Hace un año, nadie hubiera predicho el estado de desorden en el que se encuentran las personas, los gobiernos, las empresas y los mercados hoy en día. Dentro del mercado financiero y su inestabilidad es necesario ser flexible, ágil, siempre atento a las nuevas informaciones y cuidado.
El año 2020 ha lanzado algunos desafíos particularmente difíciles en nuestro camino, pero con un poco de organización y planeamiento es posible que venzamos el mercado financiero.
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Sin embargo, en cualquier momento hay que planificar lo que se sabe mientras se intenta proteger lo mejor posible de las sorpresas de la vida.
Invertir en tiempos volátiles
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Las preocupaciones mundiales sobre el coronavirus están afectando a los mercados de una manera sin precedentes, haciendo las cosas extremadamente incómodas para los inversores. ¿Es un mal momento para invertir? ¿Debería mantener la calma si ya ha invertido? Desafortunadamente, no hay respuestas simples, sólo buenos principios de inversión.
Sea lo que sea lo que el mercado esté haciendo en un momento dado, el enfoque más sensato es tener una cartera bien diversificada e invertir a largo plazo en lugar de intentar “cronometrar” el mercado.
Los mercados financieros son intrínsecamente impredecibles y se mueven de manera radical y rápida en tiempos de incertidumbre.
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En retrospectiva, estos movimientos suelen ser desproporcionados y cuando surgen noticias más positivas, el mercado también puede moverse rápidamente hacia arriba y a un ritmo que suele ser demasiado rápido para reaccionar. Incluso los inversores experimentados no pueden hacer esto bien todo el tiempo.
Los inversionistas sabios son conscientes de cómo las emociones afectan nuestras acciones. A medida que los mercados alcanzan su punto máximo, podemos sentirnos emocionados y tentados a inundar el mercado. Pero a menudo es el peor momento para hacerlo, ya que es probable que los mercados estén sobrevalorados. Por el contrario, cuando los mercados caen, los inversores suelen sentir pánico y el impulso de lucha o huida nos impulsa a salir del mercado. Esto aseguraría sus pérdidas. Para los nuevos inversores, este puede ser un momento oportuno para comprar acciones.
Ciertamente, a partir de acontecimientos anteriores como las dramáticas caídas de los mercados de 1987 y 2008, podemos ver que las reacciones negativas a corto plazo suelen revertirse más tarde con una fuerte recuperación a largo plazo. Si bien puede resultar incómodo permanecer invertido cuando los mercados fluctúan, esta disciplina suele producir mejores rendimientos a largo plazo dentro del mercado financiero.
