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El presidente boliviano, Evo Morales, viajó a México después de que el país le otorgó asilo político, diciendo que su vida estaba en peligro en medio de violentas protestas tras su renuncia el domingo.
El paradero de Evo Morales no estaba claro el lunes en medio de informes de que se había refugiado en la región cocalera de El Chapare, su bastión político.
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Pero en un tuit el lunes por la noche cuando abordaba un avión de la fuerza aérea mexicana, Evo Morales dijo: “Hermanas y hermanos, me voy a México. . . Me duele dejar el país por razones políticas, pero siempre estaré atento. Pronto volveré con más fuerza y energía “.
Marcelo Ebrard, el canciller de México, publicó una foto de Morales en el avión militar mexicano, con una bandera mexicana. “El avión de la fuerza aérea mexicana despegó con Evo Morales a bordo. En línea con las convenciones internacionales, está bajo la protección de México. Su vida . . . es seguro “, escribió en Twitter.
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Los manifestantes con clubes habían bloqueado anteriormente las carreteras y quemado neumáticos en la capital boliviana de La Paz y la ciudad adyacente de El Alto, ya que el país amenazó con volver a la historia dividida y volátil que había prevalecido hasta el ascenso de Morales, un antiguo comercio. sindicalista, hace casi 14 años.
“Le pido a mi gente con gran amor y respeto que cuide la paz y no caiga en la violencia de los grupos que buscan destruir el estado de derecho”, había dicho el señor Morales más temprano el lunes, poco después de la decisión de México de otorgarle refugio. Ebrard dijo que Morales había solicitado asilo.
Hasta 20 ex funcionarios y legisladores bolivianos del partido MAS del señor Evo Morales también están escondidos en la residencia del embajador mexicano en La Paz.
El lunes por la noche, el ejército había sido desplegado en medio de focos de violencia creciente.
Un grupo radical de la comunidad indígena aymara conocida como los ponchos rojos dijo que marchaban a La Paz para expresar su furia por la oposición a Morales, el primer presidente indígena del país. El líder opositor Carlos Mesa afirmó que “una banda violenta” se dirigía hacia su casa en la ciudad “para destruirla”.
Un vacío de poder ya había desatado un día de violencia y saqueos en ambas ciudades, con enfrentamientos en las calles y autobuses quemados.
Evo Morales renunció luego de la presión del jefe de las fuerzas armadas y una serie de renuncias por una elección disputada contra Mesa que llevó a semanas de protestas. Varios funcionarios en la línea de sucesión, todos del partido socialista MAS del señor Morales, también renunciaron. Se espera que una alta senadora del partido opositor Unión Democrática, Jeanine Añez, preste juramento como presidente interino el martes y convoque a nuevas elecciones dentro de 90 días.
El domingo, Evo Morales dijo que se había emitido una orden de arresto, pero el comandante de la fuerza policial de Bolivia respondió en una entrevista televisiva que no había habido tal movimiento. Morales también dijo que su casa en Cochabamba, en el centro de Bolivia, fue saqueada por “grupos violentos” después de su renuncia. La Organización de Estados Americanos hizo un llamamiento urgente para que la asamblea boliviana se reúna “para garantizar el funcionamiento de las instituciones y para nombrar nuevas autoridades electorales para garantizar un nuevo proceso electoral”.
